Las personas nos acostumbramos a ser exigentes con la vida y hasta con
nosotros mismos.
Nos marcamos objetos, metas y sueños por cumplir Y desde luego, todo esto no solo está
bien, sino que es necesario. Todos necesitamos proyectos aun largo y corto
plazo, que podemos cumplir para enorgullecernos de nosotros mismos, para
adquirir capacidades y habilidades personales.
La vida no siempre tiene qué ser
perfecta. Sabemos que es algo fácil de decir, pero…. ¿eres alguno de esos que
ya lo sabe? O ¿eres uno que todavía se empeña a conseguir la perfección? Donde tal vez no la consigas.
Personas
que buscan la perfección
Hay muchas personas que buscan la
perfección y son personas que nos rodean cada día, aunque la perfección no es más
que una personalidad, una aspiración intangible.
En
ocasiones, escuchamos a muchos de quienes nos rodean quejarse en un triste lamento con aquello de “es que todo lo malo me sucede a mí, “es
que a los demás todo les va bien y yo siempre voy por el camino
equivocado”…. Esos son
palabras que siempre existirán y nunca se acabaran.
La felicidad nunca va a estar en la perfección, como siempre
digo, la perfección no existe, uno mismo la crea.
Quienes saben
apreciar la vida, tal y como es
La vida tienes que apreciarla y no tratar que sea perfecta, porque por más
que quiera cometerás un error y como dicen “de los errores se aprende”
Ahora mira tú si quieres que tu vida sea perfecta, tienes que darte
cuenta que para que sea perfecta, también tiene que ser imperfecta.
Personas
que aprenden de los errores
Date cuenta
que en tu vida, siempre habrá errores, tras errores y eso no lo podrás evitar,
porque la vida es así y tienes que aprender a vivir con ella.
Aprende de
tus errores y acéptalos, veras el gran cambio que habrá.
¡Te lo
digo yo hoy mañana, te lo dirá la vida y veras lo maravillosa que es!